La formación cristiana es indispensable en el desarrollo integral de nuestros estudiantes. El hogar es donde ha de empezar la educación del niño.
Sus primeros maestros son sus propios padres, con ellos debe aprender los principios que han de guiarlo durante toda su vida. La instrucción académica y el desenvolvimiento en la vida escolar deben estar basados en Principios Bíblicos y Valores Cristianos.
Creemos en la profecía de Isaías 7:15 que relata que Jesús creció comiendo leche y miel hasta que supo desechar lo malo y retener lo bueno, es importante que como educadores tanto padres como maestros acompañemos a los estudiantes para que adquieran la responsabilidad de desechar lo malo y retengan lo bueno a través de ser alimentados con la palabra de Dios y la guianza del Espíritu Santo. Esta responsabilidad es apoyada por nosotros a través de la implementación de un currículo basado en la Palabra de Dios y reforzado por Devocionales diarios, el curso de Orientación Cristiana y la lectura de la biblia en todos los grados.
